Si hablamos de diseño y organización de espacios hablamos de Julieta Gironacci Herrera (o su alter ego Julieta Dominga), una emprendedora rosarina que supo transformar su pasión en un oficio que toma cada vez más relevancia en el mundo del diseño. Hoy, Julieta lleva años “organizando casas con humor y amor”, como a ella le gusta llamarlo, además es influencer y coordinadora de una Diplomatura en Organización Profesional de Espacios.

 

 

¿Cómo nace Julieta Dominga?

 

Julieta Dominga nace de una pregunta que me hacía, “¿Cómo la gente puede vivir así? Si es tan fácil ser ordenado” Hasta que un día me di cuenta que eso que para mí era innato, a otros/as les resultaba absolutamente imposible, una tarea titánica la de organizar y ordenar sus espacios.

Tardé muchos años en poder llevarlo a la práctica, recuerdo aquel momento que empecé a soñar con JD, era el año 2012, se lo cuento a dos amigas y me dijeron “¿Pero, vos crees que la gente va a dejar meterte en sus casas, en sus placares, en su intimidad para que les ordenes?”. Y bueno, aquí estoy, organizando casas con humor y amor.

Julieta Dominga es un proceso de mucho análisis y terapia personal. Pude transformar mi TOC en un emprendimiento y poner mi don al servicio de otros/as. No podía salir de casa si no estaba impecable, siempre faltaba algo, ¡Realmente agotador! Fue una búsqueda personal que terminó bien y además creando un personaje.

 

“Organizar y ordenar no es sólo poner linda tu casa o el espacio que sea, sino que es un montón de otras cosas, que lleva aquello como parte de un resultado más integral, por ejemplo, organizar prioridades, darnos cuenta qué estilo de vida queremos y cuánto hacemos por eso”

 

¿Costó que te contrataran o entendieran lo que hacías? 

 

(Risas) Y… al principio tenía que explicar bastante. Cuando a principios de 2019 apareció la serie de Marie Kondo en Netflix, nos ayudó a las organizadoras a que entendieran nuestro trabajo. En realidad, la tarea del organizador profesional existe hace años, en EE. UU. tomó mucha relevancia a fines de los 80, principios de los 90, con el fenómeno de la globalización que trajo el hiperconsumo y en un momento los espacios y las casas empezaron a quedar chicas para la cantidad de cosas que tenían para guardar. 

Empecé esto como un hobby y luego me formé. Hoy en día ya no explico lo que hago, digo: Soy organizadora de espacios y se entiende. Apenas empecé, organizaba sólo placares, porque era y sigue siendo el espacio más fácil para que la gente se amigue con la organización, es lo más tangible y muy cotidiano experimentar el orden del placard.

 

 

¿Podemos decir que el orden ayuda a que la gente sea más feliz?

 

Sin duda. Siempre digo que organizar y ordenar no es sólo poner linda tu casa o el espacio que sea, sino que es un montón de otras cosas, que lleva aquello como parte de un resultado más integral, por ejemplo, organizar prioridades, darnos cuenta qué estilo de vida queremos y cuánto hacemos por eso…

Hasta hoy no le encuentro ninguna arista negativa en vivir organizados y en orden. Tiene tanta potencia eso, y pone de manifiesto lo que realmente importa en la vida de cada persona. Pasa, mucho, que se van dando cuenta de lo que tienen, lo que realmente necesitan para vivir, para vestirse y en un momento se revela, de manera consiente, la insatisfacción que tienen por otras cosas que no se resuelven y el dinero que gastan acumulando cosas que no necesitan… Toda esa plata invertida necesitó de tu tiempo para ganar el dinero que usaste para comprar esas cosas que no necesitas ni necesitaste y no entendemos que el único lujo en esta vida es el tiempo, es lo único que no podemos recuperar. Si vos te das cuenta de la cantidad de horas que tuviste que trabajar para tener cosas que después no podés disfrutar por falta de tiempo, es un punto de inflexión total.

 

 

¿Cuánto dice el desorden de uno mismo?

 

¡TODO! Tiene que ver en dónde ponemos el foco. Por ejemplo, yo disfruto mucho de la vida, pero eso no implica que mi casa sea un desastre. Muchas veces me dicen “quiero hacer esto, quiero hacer lo otro, no me voy a quedar en mi casa ordenando…” Yo no me quedo un día ordenando porque mi casa se ordena en 5 minutos, porque cada cosa tiene su lugar. Pero para que eso suceda tuve que invertir tiempo de calidad en organizar y ordenar una vez y para siempre. En casa todo es bien funcional, no tengo que subirme a un banquito para buscar la taza donde desayuno porque la tengo a mano, ni tengo que buscar en una caja de arriba de un placard para saber si hay un buzo que quedó del invierno pasado porque todo lo que hay en mi guardarropa está a la vista, verano e invierno. Tengo la cantidad de perchas y estantes justos, no acumulo, si me compro algo nuevo sale algo viejo. Es un ejercicio que hago con todo.

 

“El desafío de quienes diseñan muebles hoy es pensarlos en su mayor simpleza y funcionalidad”

 

¿Se pueden combinar funcionalidad y estética?

 

Van de la mano… Para mí no hay una sin la otra. No tengo muchas cosas de “adorno” en casa, pero sí objetos muy funcionales que además adornan y decoran mis espacios. Por ejemplo, la cocina está súper despojada, porque para mí las mesadas tienen que ser superficies de trabajo y no de acumulación de objetos, entonces tengo 3 canastos, uno con una planta, otro para los huevos y otro para las frutas. Así, quedan divinos, son de mimbre, dan calidez, “decoran” y también tienen una función, no son canastos de mimbre acumulando polvo. Todo en mi casa es funcional. Trato que mi casa me reciba siempre. Cuando salgo, me gusta y quiero dejarla siempre en condiciones tales que cuando vuelva y abra la puerta quiera quedarme a disfrutarla y no cerrarla y volverme a ir.

Siempre me llamaron la atención las personas que me dicen “necesito un mueble acá para guardar esto o aquello” y mi respuesta siempre es la misma: “lo que necesitas son menos cosas”. Creo que lo interesante y el desafío de quienes diseñan muebles hoy es pensarlos en su mayor simpleza y funcionalidad. Dicho esto, también sostengo que pueden existir muebles divinos, súper funcionales, pero cuando vos tenés que sumar más espacios de guardado, insisto que lo que no estás necesitando son esos objetos. 

 

 

¿Ser organizados nos permite una mejor calidad de vida? 

 

Ser organizados/as mejora nuestra calidad de vida, sin dudarlo. La organización y el orden, si bien no son lo mismo, muchas veces las personas lo confunden, es por eso que siempre aclaro que la organización tiene que ver con la funcionalidad de una casa, de un espacio de trabajo para tu vida. El orden tiene que ver con una cuestión más estética y visual, que está al servicio de esa organización, de esa funcionalidad. Pongo muchas veces esta situación como caso: Si tengo las tazas divinamente ordenadas en el placard y la ropa doblada prolija, por color en la alacena, seguramente va a estar divino el orden, pero la organización y la funcionalidad están fallando, porque si yo para ir a desayunar tengo que ir todos los días al dormitorio a buscar la taza y a la cocina a buscar las medias y las camisas, algo está mal… ¿No?

 

“Celebro gente honesta como Federici que fabrica muebles para que las personas habiten sus casas mas amorosamente y conformes a sus formas de vida”

 

¿Cómo ves el diseño de muebles en la actualidad?

 

Como dije anteriormente, soy fan de lo simple. A veces en los placares, por ejemplo, hay tanto detalle en accesorios costosísimos que no tienen ningún sentido… Insisto, cuando me consultan y me piden algún “tip” para el diseño, siempre recomiendo los diseños simples. Que no hagan un botinero para 4 pares de botas porque si tenés 5 te queda una bota afuera, lo mismo con la parte de colgado, esa diferencia que hacen entre colgado corto y largo sirve si tenes muy poca ropa, lo mejor es hacer todo colgado largo y luego lo ordenas por escala de prendas, de camisas a tapados. Muchas personas a la hora de pensar sus muebles se entusiasman con mega diseños y después se terminan dando cuenta que son muy poco funcionales. Es allí donde reside la honestidad del diseñador que está trabajando junto al cliente. A veces hay mucha innovación o utilizan sistemas súper avanzados que se terminan rompiendo y tal vez ese cliente necesitaba sólo una manijita, un tirador para abrir el mueble y no el doble touch, por poner un ejemplo.

 

 

¿Crees que eso es responsabilidad de quienes asesoran en diseño?

 

¡Si! Se debería hacer más hincapié en la funcionalidad de las cosas y no en la moda del diseño, porque finalmente lo que se necesita tiene que ver con el estilo de vida de ese cliente y no con el que impone otro o la moda…

Es por eso que celebro una empresa honesta como Federici que fabrica muebles para que las personas habiten sus casas más amorosamente y conformes a sus formas de vida.

 

 

 

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